Antes de comenzar,
he de decir que me encanta este tipo de “experimentos”. Muchas veces nos
perdemos en divagaciones teóricas que no conducen a nada, cuando a través de un
sencillo ejemplo se ven y se entienden más conceptos que con cualquier otro
método. A mí, personalmente, siempre me ha costado más entender cualquier
definición o planteamiento teórico, a no ser que tuviese delante un lápiz y un
papel, con el que dibujar garabatos y gráficos para poder explicarlo.
Bueno, a lo que
vamos. El objetivo que persigo con este ejemplo es simple. Hemos comentado en
varias ocasiones cómo crean valor las empresas, “generando liquidez o cash”
de forma sostenida en el tiempo, liquidez que viene determinada por dos
parámetros ya vistos (http://bit.ly/15N5wJo):
(i) El ROIC, que debe ser mayor que
el Coste de Capital ó CMPC (ii) el
Crecimiento.
Bien, me
gustaría ver con un caso real si se verifica todo esto. Es decir, comprobar
cómo aquellas empresas que efectivamente cumplen esos dos parámetros valen más
que aquellas que no los cumplen. Para eso me he ido a la Bolsa de Madrid (no físicamente,
aunque me hubiera gustado) y he seleccionado un subsector que es el de
alimentación y bebidas, por ninguna razón en especial. A continuación he sacado
datos de la Web de Damodaran relativos a empresas de este subsector (no están
todas las empresas, pero casi). Hay que decir que la información que
proporciona Damodaran es de Enero de 2013 y los importes aparecen en Dólares
(aunque las compañías sean españolas), pero nos sirve igual. El tema es comprobar
si existe (ó no) algún nexo de unión entre aquellas empresas del sector que más
valen (ó menos valen) en bolsa y el cumplimiento (ó no) de los parámetros ROIC
y Crecimiento.
Utilizaremos
datos bursátiles, ya que para mí son un buen indicador. Está claro que el
precio de las acciones puede sufrir oscilaciones importantes en épocas de
euforia o pánico, pero considero que al final el mercado es bastante racional.
Las cotizaciones acaban recogiendo la realidad económica de las empresas, tarde
o temprano.
Una primera aproximación:
En realidad con
una tabla como la anterior la información no es muy clarificadora. Hay
demasiados datos numéricos como para extraer una conclusión sencilla e
inmediata. Pero si transformamos las cifras anteriores en un gráfico, la cosa
cambia y mucho.
Vamos a verlo
con detalle, ya que aquí está todo lo que andamos buscando. Empecemos
explicando cómo leer el gráfico. En el eje de abscisas, se recogen los valores
del crecimiento en ventas de los tres últimos años (van desde -15% hasta +15%)
y en el eje de ordenadas se recogen los valores de la diferencia ROIC-CMPC, es
decir, en cuánto excede la Rentabilidad al Coste del Capital (desde -15% hasta
+25%). Los círculos interiores reflejan, para cada una de las empresas
analizadas, lo que se está pagando en bolsa por ellas, expresado en términos
del número de veces los Fondos Propios. Así, una empresa como Viscofan, S.A. se
cotiza en bolsa a 4,1 veces sus F. Propios.
Lo interesante
del gráfico es que, de un solo vistazo, podemos apreciar cómo las empresas por
las que la bolsa está dispuesta a pagar más, son aquellas que cumplen de forma
simultánea los dos requisitos ya vistos (ROIC>CMPC y Crecimiento). De modo
análogo ocurre con las empresas de peor capitalización bursátil. Existe
entonces un nexo claro entre el valor y los parámetros comentados. El mayor o
menor precio de las acciones de una empresa dependerá en última instancia de ella
misma, y no de parámetros externos como puedan ser la euforia o el pánico del
mercado. Todo esto, perteneciente al mundo de las empresas cotizadas, es también aplicable al universo de las PYMES y Empresas Familiares. Los parámetros son
idénticos para todos. Los esfuerzos dedicados a generar una rentabilidad por
encima del coste de capital, así como el crecimiento, se traducen
irremediablemente en un mayor valor de la empresa.
Hasta aquí este
pequeño y humilde “experimento”. Espero que os haya resultado interesante.
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