Warren Buffett es uno de los mayores y más exitosos inversores de todos los tiempos. A lo largo de su carrera ha conseguido unas tasas de rentabilidad sobre sus inversiones realmente sorprendentes. Además ha sido capaz de mantener esas rentabilidades en el tiempo. Mucho se ha escrito sobre él y muchos son sus seguidores. Un número considerable de gestores de fondos siguen su filosofía de inversión. Es considerado un “Inversor Value”, que a grandes rasgos significa que sus adquisiciones cumplen una premisa básica y sencilla: …Compra empresas enteras o paquetes accionariales de las mismas cuando el precio pagado por ellas es sensiblemente inferior al valor que tienen…, con lo cual, a largo plazo obtiene unas tasas de rentabilidad importantes. La clave, como no, es valorar las compañías. ¡¡Ahí es dónde radica la virtud de este señor!!
Entonces, como se enfrenta el Sr. Buffett a la Valoración de Empresas.
Realmente los
métodos que utiliza para valorar una compañía no son muy diferentes de los que
aplicamos el común de los mortales. Al final, el valor de toda empresa viene
determinado por la liquidez que es capaz de generar en el futuro. Y no hay más
vuelta de hoja. Cualquier otro método que se aleje sustancialmente de esta
premisa no hace sino complicar las cosas y tratar de buscar “tres pies al
gato”. Por supuesto, estoy hablando de empresas en funcionamiento y excluyendo
casos especiales como liquidaciones, etc…
El siguiente
método que os voy a describir (utilizado
por Warren Buffett, según diferentes manuales) es muy básico. Tan básico que a
mí me ha hecho dudar en más de una ocasión sobre si será cierto o no. Vamos a
verlo y luego os digo mi opinión.
Warren Buffett
se enfrenta en primer lugar a una tabla como esta, relativa a una hipotética
compañía:
La empresa
EJEMPLO, S.A. genera una rentabilidad del 25% sobre sus Fondos Propios, es
decir, de media es capaz de obtener un Beneficio Neto equivalente a la cuarta
parte de sus Fondos Propios. Además, de ese Beneficio generado, el 60% se
retiene en la empresa (con lo que se incrementan los F. Propios para futuros
ejercicios) y el 40% restante se reparte en forma de dividendos. Si imaginamos
que estos parámetros se repetirán a lo largo del tiempo, entonces es posible estimar
cómo evolucionarán dos magnitudes importantes durante los próximos 10 años: los
Fondos Propios y el Bº Neto.
Una vez que
Warren “conoce” cuál será el Bº Neto dentro de 10 años (0,879 millones de €) y
sabiendo (que es mucho saber) que de media se suele pagar en bolsa por la
compañía 12 veces su Bº Neto, es capaz de decir que la empresa valdrá 12 x 0,879
millones de € = 10,5 millones de € en el año 2022.
De este modo, si
la empresa tenía un precio inicial de 3 millones de € (que aparecían en la
primera tabla), estima que la tasa de rentabilidad compuesta anual que puede
conseguir si compra la compañía es del 15%. Si esta tasa es mayor o menor que
su objetivo de inversión, entonces tomará la decisión de invertir en esa
empresa o no.
Nota: Aquí no se han considerado las ganancias para el inversor procedentes
del cobro de dividendos, para no complicar el supuesto demasiado. Ni tampoco el
efecto de los impuestos.
Mi opinión
Para mí esta
forma de decidir si adquiere o no una compañía esconde una trampa mortal. Es
tan sencilla de aplicar que resulta incluso peligrosa. La clave está en las
hipótesis de partida. Calcular los Fondos Propios y el Bº Neto que tendrá la
empresa dentro de 10 años utilizando únicamente un porcentaje de rentabilidad
sobre los Fondos Propios y otro referente al Beneficio Neto retenido por la
empresa me parece un poco temerario. Evidentemente todo esto esconde un duro
trabajo de fondo que no aparece reflejado. Antes de ponerse a proyectar
Beneficios sin más, es necesario conocer con detalle la empresa para tratar de
averiguar cómo van a evolucionar sus diferentes partidas.
Me da la
impresión que este sencillo método, que recogen algunos manuales, es tan sólo
la punta del iceberg del estilo de inversión de Warren Buffett. Estoy
convencido de que el proceso de selección y valoración de empresas es mucho más
detallado que todo eso. Sólo el hecho de
asumir como cierto que la cotización de las acciones será en 2022 de 12 veces
su Bº Neto, me pone los pelos de punta.
Al final, yo
creo que no existen “atajos” en esto de la valoración de empresas. Es necesario
hacer las cosas despacio y razonando cada uno de los pasos que damos. Estoy
seguro que el Sr. Buffett las hace así. La prueba son sus magníficos resultados
de inversión.
Oscar SánchezVela.
Socio de IDYLIA.
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