Las fusiones y
adquisiciones de empresas están a la orden del día. Afortunadamente no sólo de
grandes corporaciones multinacionales, sino también de “pequeñas” empresas
familiares. Cada vez es más habitual encontrar en los periódicos noticias
relativas a compra-venta de compañías y grupos empresariales.
Ahora bien, ¿cuál
es la razón última que impulsa a una empresa a adquirir o fusionarse con otra?
¡Ojo!, recordad que estamos hablando desde el punto de vista del comprador (y
no del vendedor).
Razones para
ello puede haber muchas: ganar tamaño o cuota de mercado, acceder a una
tecnología determinada, conseguir sinergias productivas, y un largo etc… Para mí,
al final, todo esto se resume en 2 palabras: “CREAR VALOR”. Es decir, si con la
adquisición de la nueva compañía el “todo” (o grupo empresarial) no vale más
que cada una de las empresas por separado, entonces la compra no tendrá ningún
sentido empresarial. Obedecerá a otros criterios, pero desde luego no serán
empresariales. ¡Cuidado!, porque aquí influirá también el precio al que pagamos
la adquisición de esa otra compañía.
Veamos todo esto
con un ejemplo muy sencillo y
básico. Imaginemos 2 empresas que pertenecen al mismo sector, en concreto se
trata de 2 concesiones de automóviles. Una de ellas (Empresa A) vende
vehículos de gama alta y la otra (Empresa B) vehículos de gama
media-baja. Cada una tiene un valor de mercado, que ha sido calculado de la
manera más objetiva posible, y de forma independiente de la otra. La Empresa A
tiene un valor de €15M y la Empresa B de €6M. De tal forma que ahora nos
podemos encontrar con 4 hipotéticos escenarios, que paso a explicar a
continuación:
- Escenario 1_ la Empresa A adquiere la
Empresa B pagando por ella €6M (exactamente su valor) y ambas empresas continúan
funcionando independientemente, sin llevar a cabo ningún tipo de integración.
- Escenario 2_ la Empresa A adquiere la
Empresa B pagando por ella €5M (un 17% menos de su valor) y ambas empresas
continúan funcionando de forma independiente, sin llevar a cabo ninguna
integración.
- Escenario 3_ la Empresa A adquiere la
Empresa B por €6M (por su valor) y la integra en su estructura, de tal forma
que el ahorro en gastos de personal (por compartir los departamentos de
administración, comercial y taller) genera un incremento de los beneficios y la
liquidez de 400.000 €/anuales. Este incremento capitalizado al 10% (por decir
una cifra) supone que se genera un valor adicional de 400.000 / 0,1 = €4M.
- Escenario 4_ la Empresa A adquiere la
Empresa B por €8M (un 33% por encima de su valor) y la integra en su estructura
de igual modo que en el Escenario 3, consiguiendo idénticos resultados.
La pregunta
ahora es la siguiente: ¿Cómo ordenaríamos estos escenarios de más
interesante a menos interesante desde el punto de vista empresarial? Para mí,
el orden lógico sería Escenario 3 –
Escenario 4 – Escenario 2 – Escenario 1. ¿Y por qué? Veamos en el siguiente
cuadro el Valor adquirido en la operación según el escenario elegido.
Es un ejemplo
muy básico, pero espero que haya podido transmitir un poco la importancia de la
Creación de Valor a la hora de plantear una operación de adquisición de otra
compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario