A menudo los
Informes de Valoracion de empresas se conciben como documentos farragosos y en
muchos casos opacos, donde es difícil extraer una conclusión o imagen de la
empresa analizada, más allá de su cifra de valor final. Los ojos del lector se
dirigen rápidamente en busca de ese “número mágico” que indica cuánto vale su
empresa o participación accionarial. El resto de “acompañamiento”, ya sean
proyecciones, análisis del riesgo, etc… se pasan muy de puntillas. La culpa de
esta falta de interés del lector es sin duda nuestra, de las personas que nos
dedicamos a realizar este tipo de informes. Hay una tendencia generalizada en
estas materias (y en otras muchas que no vienen al caso) a complicar todo en
exceso, de tal forma que cualquier informe o estudio explicado con un lenguaje
excesivamente cerrado y técnico se considera mejor que uno que carezca de estas
características.
De una manera perversa
se suele equiparar la complejidad y “pomposidad” como una garantía de trabajo
bien realizado. Cuando en numerosas ocasiones la complejidad a la hora de
exponer un tema es un signo de debilidad de quien la utiliza. Cualquier materia
explicada de forma sencilla genera interés y debate para aquel que la recibe
(porque es capaz de entenderla en su totalidad o en parte de ella). Mientras
que las materias explicadas de forma “oscura” buscan únicamente aumentar la “distancia”
que separa al receptor del emisor. Todos recordamos a aquel profesor en la
universidad, en el colegio, etc que explicaba de forma tan “cerrada” y compleja
que lo único que generaba entre sus alumnos era “miedo” a levantar la mano para
consultar dudas (ante la posibilidad de quedar como un ignorante). Había una anécdota
sobre Einstein, según la cual, dedicó casi el mismo tiempo a explicar de forma
asequible y sencilla a la gente su teoría de la relatividad, que a elaborarla.
¡¡Curioso!!
Bien, volviendo
a los Informes de Valoración, hay que decir que la base sobre la que se
sustenta la valoracion de empresas es sencilla. Lo hemos repetido ya en varias
ocasiones: una empresa valdrá en función de la liquidez que sea capaz de
generar en el futuro. A partir de ahí se han construido todos los métodos de
valoración existentes hoy en día, algunos de ellos de una complejidad increíble
e innecesaria.
Para mí, el
Informe de Valoración debería introducir poco a poco al lector en el análisis
de la empresa, tratando de explicar de forma sencilla los fundamentos sobre los
que se sustenta el valor de la compañía. Y así de este modo llegar a un rango
final de valoración. Nunca al revés. Dar en primer lugar una cifra de valor y
después argumentarla me parece un error.
Suelo utilizar un
esquema o índice como el anterior (está sacado de un Informe de Valoración
real). La idea es comenzar explicando el trabajo que se pretende llevar a cabo
(punto 0), para a continuación aproximarse a la empresa a valorar y a su
sector (punto 1). Se sacan conclusiones muy importantes de cara a la
valoración de la compañía si comparamos sus principales indicadores de creación
de valor con los de su sector. Observad como de momento no se ha valorado la
compañía. En principio se van desarrollando las pautas que guiarán la posterior
valoración. En el punto 2 se explican de forma teórica los métodos de
valoración que se van a utilizar, para desarrollarlos a continuación en los puntos
3, 4 y 5. Y así, finalmente, llegar a la conclusión ó rango de valoración
en el punto 6. Los Anexos complementan la información principal,
de tal modo que el lector ha de ser capaz de entender el porqué de cada número
que aparece en el Informe de Valoración. Es cierto que hay cosas que son más técnicas
que otras, pero es muy importante hacer un esfuerzo por explicar de la forma más
asequible posible cada una de ellas. Quizá los aspectos más sensibles y más
oscuros en la valoración sean las Proyecciones Financieras y el cálculo de la
Tasa de Descuento. Por ello, hay que explicarlos bien, para poder transmitir de
forma clara las hipótesis de partida.
Un aspecto que
me parece importante es el hecho de que las tablas Excel dentro del informe deben
ir explicadas. Esto que parece obvio, no suele ocurrir en la realidad. Creo que
todos hemos recibido alguna vez una tabla Excel con numerosas variables y muy
vistosa, pero sin ninguna explicación adicional. Hay que realizar un trabajo de
“detective” para averiguar de dónde viene el resultado de cada celda. ¡Eso para
mí es un grave error! ¡Las tablas Excel se deben explicar también!
Espero haber
transmitido, aunque sea un poco, la importancia de estructurar y redactar de
forma asequible el contenido del Informe de Valoración.
Oscar Sánchez
Vela.
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