Antes de nada,
decir que lo que pretendo con este artículo es transmitir, en la medida de lo
posible, un concepto general que permita entender el planteamiento que hace una
Sociedad de Capital Riesgo cuando estudia una compañía “objetivo”.
Evidentemente, el proceso valorativo es mucho más complejo y abarca otras
metodologías, pero espero que con el ejemplo que desarrollaremos a continuación
se entiendan algunas ideas básicas.
¡Comenzamos!
No es ningún
secreto el hecho de que cuando un Capital Riesgo estudia entrar en una empresa,
está pensando casi al mismo tiempo en salir de ella. Es decir, está tratando de
planificar de algún modo la forma de desinvertir en la compañía. De ahí, que existan
dos elementos en todo el proceso que juegan un papel crucial: (i) por un lado, el valor de la
compañía que “estima” el Capital Riesgo que se alcanzará en el momento de
salida de la empresa. (ii) por el
otro, la Tasa de Rentabilidad exigida por el Capital Riesgo a sus inversiones,
que suele ser muy elevada por proyecto, ya que al invertir en varios de ellos,
siempre cuenta con que alguno le saldrá “rana”, con lo que promediará hacia
abajo la Rentabilidad final obtenida de toda su cartera.
Bien, imaginemos
una Sociedad A, que propone a un Capital Riesgo una inversión de €0,5M para
desarrollar su Plan de Negocio. Se trata de una empresa industrial y el
Cuaderno de Venta entregado asegura que en el plazo de 5 años (tras la
captación de fondos solicitada) el EBITDA de la empresa se situará en €2M. El
Capital Riesgo, tras un análisis detallado de toda la documentación, puede
concluir que esto es factible y que la empresa puede estar en los niveles
indicados en el Plan de Negocio (¡estoy simplificando bastante! ¡Que conste!).
El planteamiento que hará el Capital Riesgo a partir de aquí se podría resumir
en tres pasos:
PASO 1.- Determinará cuál es el valor
de la compañía en el año 5, teniendo en cuenta el EBITDA esperado de €2M y
aplicando un multiplicador que sea razonable al tipo de empresa y sector.
Pongamos por ejemplo que aplica un múltiplo de 6. Entonces el Valor de la
Empresa (año 5) = €12M
PASO 2.- Una vez que tiene claro cual
será el Valor de la Empresa en el año 5 (algo que no es sencillo, pues
dependerá en gran medida de lo razonables o no que sean las proyecciones
financieras del Plan de Negocio), intentará determinar cuál es el Valor de la
Empresa en el año 0. Para ello descontará el importe del año 5 (los €12M) utilizando
como Tasa de Descuento la Rentabilidad exigida, que para el ejemplo supondremos
que será del 50%. Con esto obtiene que en el año 0 el Valor de Empresa =
€1,58M.
PASO 3.- Si ha determinado que el Valor
de la Empresa en el momento actual es de €1,58M (Valor Postmoney, es decir,
tras la aportación de fondos) y la sociedad le propone invertir €0,5M, entonces
el Capital Riesgo solicitará el 0,5/1,58 = 31,64% de participación, para de
este modo intentar obtener un rendimiento en el plazo de 5 años del 50% anual
(siempre y cuando se cumplan las expectativas).
En realidad, es
un planteamiento bastante sencillo y se podría complicar todo lo que
quisiésemos (introduciendo más de una ronda de financiación, por ejemplo…).
Pero más allá de esto, lo que me gustaría que quedase claro, es que las
Sociedades de Capital Riesgo, a la hora de plantearse operaciones de este tipo,
dan una importancia significativa al valor de la compañía en el año de salida
(en nuestro ejemplo el año 5). Quizá el método utilizado de aplicar un
multiplicador al EBITDA sea demasiado básico (a mí desde luego no me convence
mucho), pero es cierto que al ser un método de fácil aplicación se utiliza con
cierta frecuencia (yo lo he visto plantear a más de un Family Office)
Oscar Sánchez
Vela.
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